sábado, 5 de marzo de 2011

Cap. 4. Dichas las opiniones

-¿Princesa del infremundo? -se oyó una voz.

Al principio era solo un susurro, un tenue soplido de voz. Aunque fue ganando intensiadad.
Dián consiguio escucharlo. Se encontraba en una grieta, haciendose un plano de su "hogar" o, mas bien dicho, una casa de torturas para toda la eternidad. Dián era consciente de ello.

-¡Shon! -le llamó- ¡Aqui! ¿Quñé quieres? -su voz translucio mas severidad de la que ella misma quería expresar.
La respuesta fue apenas un hilo de voz.
-Shon... - se impecientó Dián.
-El diablo cree que tramas algo. -la susurro.
-Y, sinceramente, no se equiboca. -dijo Dián dandole la espalda.
Se fue alejando, poco a poco, hasta que Shon se quedó solo.
Shon. Un chico soñador atrapado en un mundo que no era el suyo. Creía tener un plan, pero necesitaba ayuda, la ayuda de Dián.
-¡DIÁN! -llamó.
Dián salió de entre las rocarçs rojizas, todas allí eran iguales, y el suelo era de arenilla color arcilla.
-¿Qué quieres? -preguntó- me da la impresion de que tu también te traes algo entre manos, ¿me equiboco?
-Pero necesito ayuda para... -comenzó Shon.
-Realizar tu huida. -completó Dián.
-¿Qué, plan tienes? -preguntó Shon.
-¿Quieres participar? -contestó Dián.
-Por supuesto. ¿Cuál es el plán.
- He vivido ya 3 largos años en este infesto lugar, con Ades, para completar la tortura. He descubierto cosas. Los demonios son fruto  de angeles oscuros, transformados en las criaturas que son hoy en día. Algunos caen a la tierra en forma de humanis. Pero tu y yo tenemos otra posibilidad. -dejo Dián.- Nosotros nos encontramos entre dos franjas. Santos angeles o caidos demonios. Tenemos una posibilidad que no podemos desaprobechar. -Dián hizo una pausa y cogió aire. - Mestizos. Angeles de alas negras. Eso somos, aun que no hemos utilizado la opción, pero tampoco esta perdida. Aun que hay un pequeño problema. Tenemos 17 años, yo recien cumplidos, tu de hace 2 meses. En realidad tenemos 15 años, aqui pasa mas rápido. Pero el plazo es hasta los 18 años demoniacos. Tenemos que llegar a una fuente de agua pura, llamada la fuente de plata. Una vez allí, y antes de cumplir los 18, devemos jurar frente a los arcangeles (los angeles guerreros del fin del mundo), y Proxempexa (diosa satanica), nuestra decisión.
-Ingenioso -dijo Shon- ¿donde esta la fuente de plata?- preguntó.
-Eso intento adivinar. -contesto Dián.
-Cuenta con mi ayuda. -le dijo Shon.

No hay comentarios:

Publicar un comentario