sábado, 5 de marzo de 2011

Cap. 3. Deseperación

Había pasado unicamente un año, pero Erik no olvidaba su imagen, deseaba que esta regresara, y aun que sus padres le alentaran, no había forma de hacerle sonreir.
Nadie le devolvía a su hermana, que era lo que nunca recuperaba. SUs padres le contaban la historia de como ellos sobreviviernon, una noche tras otra le iban diciendo que su hermana era sufucientemente astuta para salir de allí, pero no pasaba nada, ella no regresaba, y cada vez Erik se sentía mas culpable.
Todas las noches, se iba al cuarto de esta, que continuaba intacto.
La rosa que esta recogió antes de irse continuaba viva.
Todas las nochas miraba al cielo, esperando una señal, aunque no pasaba nada...
En varias ocasiones intento escaparse para ir a ver al druida, pero no lo conseguia, sus padres hacían guardias en la puerta día y noche.
Para Erik ya no había esperanza.
Había perdido la esperanza de encontrarla, de salbarla, de verla de nuevo, de oir otra vez su voz. Solo le quedaban fotos y videos.
Sus padres ya no tenían muy claro que debían hacer, solo el recuerdo de lo que ellos consiguieron allí les calmaba, pero su hija apenas tenía 14 años, 17 en el mundo del infierno, ya que iban 3 años adelantados. ¿Qué hacer?
Esa pregunta se quedaba cada día sin respuesta. Y cada vez les quedaba menos valor para seguir sonriendo.

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